Los trabajadores de Bodegas Cepa 21 (Valladolid) despertaron la mañana del domingo con una amarga noticia: una persona había saboteado y derramado tres depósitos de vino de su bodega durante la madrugada, y los daños materiales eran irreparables. José Moro, presidente de la compañía, encabeza la tercera generación de esta prestigiosa bodega intrínsecamente familiar y de gran alcance nacional. Gracias al legado de su familia, en el año 2002 lanzó el proyecto Cepa 21 y lo convirtió en una referencia para el enoturismo, la viticultura y la gastronomía de la Ribera del Duero. Ahora, comparte con 20minutos el duro varapalo que atraviesa su empresa... y las sospechas de la persona responsable.
El daño más perceptible es el material. El ataque a los depósitos de la compañía está conllevando "pérdidas económicas importantes", reconoce Moro. Pierden 60.000 litros, equivalentes 80.000 botellas valoradas en 2,5 millones de euros en total. Pero hay otro daño más importante: "A nivel emocional es terrible, para mí es un auténtico atentado contra los trabajadores, nuestra forma de vida, los viticultores que cosechan la uva y la riqueza del mundo rural".
El líder de la empresa lamenta que con el ataque a los depósitos "se ha tirado el trabajo de todo un año de la gente de la bodega" y evalúa el sabotaje como un desprecio al esfuerzo diario de muchas personas: "El vino ha terminado en la rejilla de la bodega... puedes robarlo, pero tirarlo y menospreciarlo es un insulto".
Las sospechas
Hasta el momento no hay detenidos por el ataque y la Guardia Civil está recabando las pruebas pertinentes para dar con la persona responsable, así que las sospechas siguen abiertas. José Moro cuenta a este periódico que lo más probable es que sea "una mujer" y revela que han remitido al instituto armado una "lista de nombres" de quién se cree que podría estar detrás del sabotaje.
El dirigente cuenta además que la supuesta autora entró en las bodegas y manipuló los depósitos "con fluidez", por lo que "posiblemente" habría una vinculación de la atacante con la empresa. En vista del daño causado, Bono reivindica que la persona responsable debe "pagar por lo que ha hecho", tanto en el ámbito económico como en el penal.
"Recuperar lo perdido"
A pesar de la elevada cifra de pérdidas económicas, Bodegas Cepa 21 -que comercializa las marcas de vino Hito, Cepa 21, Malabrigo y Horcajo- esquiva cualquier posibilidad de quiebra o reducción de plantilla, según declara Moro. El industrial asume que la empresa deberá hacer frente al revés económico que atraviesa, pero celebra que "la bodega va a seguir en total funcionamiento" para mantener la trayectoria de 22 años que la preceden.
Moro confía en que después del sabotaje "la respuesta del mercado va a ser muy buena" como muestra de la solidaridad de los consumidores y espera que la empresa continúe creciendo para que "las cosas vayan a mejor".
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